El Perú ha mejorado su posición en el ranking mundial en aspectos relacionados al proceso para iniciar un negocio, al registro de propiedades y al comercio internacional. Sin embargo, seguimos teniendo serios problemas en aspectos como educación e innovación.
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El Perú no tiene una política ni una estrategia de largo plazo en temas de competitividad, por tanto es una economía que no tiene un rumbo definido. Esta responsabilidad no es solo del gobierno, sino también de los empresarios y de la población en general.
Estas fueron las palabras, así de duras, que pronunció hace un año Michael Porter, el gurú mundial sobre estrategia y competitividad, cuando estuvo en nuestro país y participó en el seminario internacional Claves de una estrategia de competitividad organizado por interbank y la universidad del Pacífico.
En esa oportunidad, Porter también dijo que al Perú no vienen inversiones para crear nuevas empresas, sino para comprar negocios ya existentes. Afirmó que hemos vivido una ilusión exportadora en los últimos años, porque esta variable se habría incrementado básicamente por el aumento de los precios de las materias primas, mientras que las exportaciones de productos con valor agregado y de servicios casi se han estancado.
Como era de esperar, las expresiones de Porter no cayeran nada bien en el Gobierno, y el propio presidente Alan García respondío: "por más gurú y reconocido que sea un economista, tampoco tengo que aceptar de rodillas cualquier receta que trae, cuando es igual a la que da a otros países del mundo".
¿Qué Hacer?
Para Porter, en el Perú tiene que haber una mayor compromiso por mejorar la competitividad. Cuando estuvo en nuestro país, el año pasado, el gurú dijo que la competitividad es la única manera de lograr el éxito económico y social, y para que ello suceda, el gobierno tiene que hacer su tarea.
Sin embargo, al dirigirse a los empresarios subrayó que finalmente quien va a determinar si el Perú es competitivo o no es el sector privado. El sector privado tiene que ponerse de pie y asumir un liderazgo e impulsar el progreso no solo para sus empresas, sino para todos los ciudadanos. Pero, ¿cómo ser más competitivos? Porter refiere que la competitividad está muy asociada a la productividad que tiene un país, es decir, aprovechar y utilizar mejor los recursos naturales, humanos y de capital.
Si uno es productivo, puede producir y ganar un buen salario; si no eres productivo y no puedes vender tu producto a buen precio, entonces el salario será bajo. Al final la productividad determina la prosperidad.
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